Nuevas responsabilidades: los seguros
La vida en pareja implica el compromiso mutuo de cuidar el uno del otro. Acumular un fondo de emergencia, es fundamental para afrontar gastos imprevistos y resulta imprescindible en caso de una pérdida temporal de ingresos. Pero ahora tiene la responsabilidad de proteger económicamente a su pareja contra posibles acontecimientos catastróficos. La cobertura adecuada de este tipo de avatares solo es posible mediante contratos de seguros.
Puede que las pólizas de seguros suscritas antes de vivir en pareja ya no cubran sus necesidades actuales. Puede que antes no tuviera un seguro de vida, pero ahora existe una interdependencia financiera, al margen de la situación legal de la pareja o del régimen económico que hayan elegido para el matrimonio. Piense en qué le pasaría al otro si uno de los dos falleciera, quedara incapacitado o padeciera una enfermedad grave y necesitara cuidados especializados. ¿Podría afrontar los gastos y seguir adelante? La tranquilidad de saber que, tanto uno mismo como su pareja, gozan de cierta seguridad económica en caso de imprevistos graves, contribuyen a reforzar la confianza y el respeto mutuos, tan importantes para una relación feliz, además de evitar muchas angustias y noches sin dormir.
Si ya tenían seguros de vida, revisen las coberturas y cerciórense de que figuran como beneficiarios las personas que realmente desea proteger. Lo mismo para los seguros de salud y accidentes, así como los planes de pensiones y productos similares.
En cuanto al seguro de hogar, compruebe bien las coberturas y si se aplican tanto al continente (el edificio) como el contenido (muebles y otras posesiones personales). Piense en todas las coberturas que podría necesitar: daños por agua o incendio, robo, daños estéticos, asistencia en el hogar (reparaciones urgentes, etc.), responsabilidad civil, defensa jurídica, etc.
Lo importante para los seguros, es tener la cobertura adecuada: ni corta ni inadecuada por excesiva, con lo que se encarece innecesariamente. En el siguiente apartado, “Juntos pero no revueltos”, se comenta la importancia de no tener duplicaciones entre las pólizas de seguros individuales.